miércoles, 30 de marzo de 2011

LA OBRA DE CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS, 1

¿Por qué vuelve a estar de actualidad la obra marxista cuando, según la propaganda burguesa, laevolución y el presente del mundo la contradicen totalmente? Transcurridos 120 años de la muerte de Marx, y 108 de la de Engels --un revolucionario al que se le vuelven a reconocer sus grandes méritos en muchas cosas, incluida la filosofía de la ciencia--, la obra común de ambos amigos aparece hoy como el núcleo básico de la crítica radical del capitalismo realmente existente. Desde la mitad de la década de los ’90 el siglo XX asistimos a una nueva oleada, onda o fase –que no ciclo-- de lucha de clases, de lucha del Trabajo contra el Capital, lucha que tiene su razón directa e inmediata en el terrible empeoramiento de las condiciones de vida y trabajo de las masas, y su razón mediata en que, como veremos, la contraofensiva capitalista lanzada desde la década de los ’70, y en algunos sitios antes, este devastador ataque que con el paso del tiempo se le conocería como neoliberalismo no ha logrado plena y definitivamente la totalidad de los objetivos designados en su momento. Aunque las derrotas del Trabajo han sido enormes y estremecedoras en muchos casos, a escala planetaria no ha sido estratégica ni definitiva. Incluso, como veremos, la implosión de la URSS y de su bloque, la victoria más espectacular del capitalismo, ha sido debida antes al pudrimiento de las contradicciones internas que la minaban desde la mitad de la década de los ’20 que a la estricta y exclusiva presión agotadora del imperialismo, acentuada desde la “era Reagan.”

Conforme la URSS aceleraba su agotamiento durante los ’70 y se endurecía la contraofensiva capitalista, a lo largo de estos años iban entrando en crisis las sucesivas modas intelectuales que habían pretendido ocupar el sitio del marxismo crítico y del stalinismo. Recordemos el auge y la caída del estructuralismo y del eurocomunismo para finales de los ’80; recordemos cómo el bloque de ideas faucaultianas y similares derivaban hacia el postestructuralismo; recordemos que para ocupar su lugar surgió el postmodernismo que pareció que iba a comerse el mundo intelectual, y que el marxismo analítico y la “teoría crítica” habermasiana, gozaron de un corto fulgor que se apagó bien pronto, nada más reaparecer la lucha de clases. El reformismo blando de la socialdemocracia no sirvió para nada pese a su “tercera vía” y los sucesivos esfuerzos postkeynesianos. Por su parte, los diversos anarquismos volvieron a mostrar sus limitaciones intrínsecas ante la avalancha de acontecimientos. Tampoco olvidemos que esta proliferación de modas intelectuales no impidió que algunas de sus figuras señeras terminaran apoyando abiertamente a la burguesía, mientras que otras muchas se apartaban de la vida pública.

......continuara.......

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