jueves, 14 de abril de 2011

Cuba denuncia 4


El 9 de enero de 1996, dos avionetas procedentes de Estados Unidos sobrevolaron las provincias habaneras y dejaron caer octavillas de carácter subversivo. El hecho se lo atribuyó el contrarrevolucionario y agente de la CIA, José Basulto, cabecilla de “Hermanos al Rescate”, en declaraciones hechas por el canal 23 de la televisión de Miami en el aeropuerto de Opalocka. En esa ocasión anunció que continuarían realizando incursiones similares.


El 24 de febrero de ese mismo año, en un acto de legítima defensa, la Fuerza Aérea cubana derribó dos avionetas de esa organización, cuando violaban el espacio aéreo de la isla. Murieron los dos tripulantes que viajaban en cada nave. Poco después, coincidentemente, el presidente William Clinton firmó la Ley Helms-Burton. Nadie le recordó al primer mandatario norteamericano, que en los años sesenta se habían producido cientos de ataques aéreos contra objetivos civiles en el territorio cubano, pero el gobierno de ese país nunca se pronunció, ni tomó ninguna medida efectiva para detenerlos, a pesar de que despegaban de su territorio cargados de bombas y sustancias incendiarias.


El año 1997 fue muy convulso. Se incrementaron las infiltraciones de grupos terroristas para afectar las instalaciones turísticas y dañar el principal renglón de la economía cubana. El 12 de julio resultaron heridas 4 personas al estallar sendos artefactos explosivos en el Hotel Capri, cuando se estaba desarrollando una actividad cultural infantil y en el Hotel Nacional, donde resultó herida grave en el rostro Marisol Vizoso Ramírez, de 21 años. El 4 de septiembre, en La Habana se produjeron nuevas explosiones en los hoteles Copacabana, Chateau Miramar y Tritón, a las 12:20, 12:30 y 12:31 minutos, pasado meridiano respectivamente. Ese mismo día, pero a las once de la noche, tuvo lugar otra explosión en el famoso restaurante La Bodeguita del Medio, en La Habana Vieja. En esta última resultó herido el trabajador Nicolás Rodríguez Valdés. El mismo día 4 el joven turista italiano Fabio Di Celmo, de 32, murió a causa de la explosión de una bomba en el Hotel Copacabana. Las autoridades arrestaron varios mercenarios salvadoreños y guatemaltecos, que confesaron ser autores de los hechos y revelaron la participación de Luis Posada Carriles y su base operativa en Centroamérica.

El 12 de septiembre el FBI arrestó a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González, cinco jóvenes cubanos que habían penetrado en las filas de varias organizaciones contrarrevolucionarias basificadas en Miami, con el propósito de neutralizar sus actos terroristas contra Cuba. Inmediatamente el FBI informó del hecho a los congresistas norteamericanos de origen cubano Ileana Ros Lethinen y Lincoln Díaz Balart. A pesar de que no les ocuparon armas, ni explosivos, ni propaganda subversiva, y de que en el juicio quedó demostrado que no afectaron la seguridad nacional de Estados Unidos, desde entonces guardan injusta prisión en cárceles norteamericanas de máxima seguridad.

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