viernes, 22 de abril de 2011

En Cuba no hay, ni habrán medidas antipopulares.

En Cuba no hay, ni habrán medidas antipopulares.

Como en este mundo disparatado y en constante zozobra aún nos queda el derecho a opinar, hoy lo haré sobre un problema común, pero con distinto tratamiento…!las medidas de ajuste por la crisis económica que afecta a todos los países, a unos más a otros menos!
Ante la falta de progresos en materia de disciplinaria presupuestaria, otras seis naciones se suman a la iniciativa de recortar los gastos sociales. Ellas son Polonia, Dinamarca, Rumanía, Bulgaria, Letonia y Lituania, según anunciaron en una Cumbre de la Unión Europea, cuyos 17 miembros comparten al euro su única moneda.
Mientras en ese bloque comunitario reducen los presupuestos en la educación, salud, el empleo y otras esferas sociales, en Cuba no sólo evitamos el copiar esas y otras recetas de choque; más bien recurrimos a las que sanearán el modelo económico, pero con la menor afectación posible a la población.

Iniciamos el reordenamiento laboral para que en ningún centro sobren o falten trabajadores. Con los más idóneos, buscamos mayor productividad y eficiencia para lograr buenos niveles de producción, competitividad y rentabilidad empresarial.
Entretanto, en la Isla se amplía la modalidad del trabajo por cuenta propia que no significa un retroceso al capitalismo. Aquí coexisten varias formas de propiedad sobre los medios de producción, pero prevalece la estatal que es la garantía de la planificación en lugar de la economía de mercado y desregularizada.
En consecuencia no se ha cerrado ni una sola aula, ni un consultorio médico, ningún hospital; todos ofrecen servicios gratuitos y en muchos de ellos con más calidad. Tampoco se restringieron indebidamente las actividades culturales y deportivas; siguen y con un concepto más racional, a la vez que contribuyen a la satisfacción espiritual de la ciudadanía.
Si hoy analizamos la carga que representa para el Estado cubano un grupo de subsidios es porque desaprobamos los calificados de indebidos; en cambio continuará la protección institucional a los jubilados, a productos de la canasta básica familiar, además de los sectores de la educación, salud y el deporte, entre otros no menos importantes.
Una vez más recuerdo que “el incremento del sector no estatal de la economía lejos de significar una supuesta privatización de la propiedad social, está llamado a convertirse en un factor facilitador para la construcción del Socialismo”, cita textual del Informe Central del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.

De estos y otros muchos asuntos de la realidad cubana, el mundo entero tiene pruebas. El propio Congreso estuvo al alcance de todos; el pueblo lo siguió por la radio, televisión y la prensa escrita. En ese evento se aprobó la estrategia para salir de la crisis, resistir al bloqueo yanqui otros 50 años más y desarrollarnos paulatinamente.
Muy pocos países, de los 180 y tantos representados en la ONU, están listos para abandonar la crisis económica como en Cuba, donde socializamos la propiedad sobre los medios fundamentales de producción y contamos con un Partido Comunista para preservar la unidad y la fortaleza del pueblo en torno a la Revolución y al Estado Socialista.

Otra muy distinta es la situación en Europa; tan es así que el Premio Nóbel de Economía, Josepf Stiglitz, ha asegurado que esta se podría enfrentar a un lustro perdido como consecuencia de las medidas de recortes. En particular criticó los aplicados en la educación, la Investigación, Desarrollo e Innovación, puesto que disminuyen el progreso de la técnica, la medicina y la industria en definitiva.
Luego de las manifestaciones populares en varias naciones europeas, entre ellas España Portugal y Grecia, los criterios de Stigliz no son disparatados y mucho menos los que conforman la estrategia cubana definida como Lineamientos de la Política y Económica.

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