miércoles, 18 de mayo de 2011

El hambre en el mundo, Olivier De Schutter

Tiempos vergonzosos los que vivimos, en donde vemos a los gobiernos olvidarse de los derechos más fundamentales de las naciones en nombre de la bolsa y de la especulación financiera, que en nada contribuyen a la economía real, aparte de enriquecer a un grupo de criminales que continúan jugando con la vida humana para aumentar sus capitales. El mundo se pregunta hasta cuándo es tolerable la cobardía de los gobiernos, incapaces de enfrentar sus responsabilidades, y contener a una banda de mafiosos que controlan la economía mundial y el destino de millares de personas.

La sociedad civil también debe asumir sus responsabilidades y parar de esconderse atrás de sociedades de un aparente confort, pero en peligro a causa de la miseria del mundo. Esto se refleja en el pánico que produce, en gran parte de la población, el peligro de emigración masiva desde el medio Oriente. Durante décadas, regímenes sanguinarios sometieron a estos pueblos sin que nadie dijera nada, sin que una voz se levantara para defender a estas poblaciones sometidas. Hoy el grito no es de revuelta por la injusticia, y sí de miedo de ser invadidos por una masa de miserables, consecuencia de las políticas cobardes de los gobiernos occidentales.

Esta época pasará a la historia como la incapacidad de los gobiernos de controlar sus crímenes en nombre del interés nacional y de la economía, y así se agravan cada vez más, incluso en Europa, la injusticia social, la precariedad, los bajos salarios y el triste espectáculo de estos señores ganando salarios millonarios, verdadero insulto al resto de la humanidad que sobrevive más mal que bien a este orden mundial basado en la injusticia, la explotación, los intereses privados, y el desprecio total de la condición humana, porque no es sólo el hambre que mata. Los jóvenes europeos se suicidan masivamente (Suiza es el país que tiene el mayor índice de suicidio de jóvenes en Europa) en rechazo a esta sociedad ciega de materialismo, egoísta, y centrada principalmente en la obsesión del beneficio económico.

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