jueves, 19 de mayo de 2011

La advertencia de Olivier De Schutter, relator para el derecho a la alimentación

El relator por el derecho a la alimentación exhorta a los Estados a no dejar los países pobres hundirse en una nueva crisis alimentaria. En artículo aparecido en la Tribune de Genève, Olivier De Schutter advierte: "El mundo está confrontado a una crisis alimentaria de la misma amplitud que aquella de 2008". Aprovechando la ocasión de la presentación de su informe al Consejo de los derechos del hombre, señala que mil millones de habitantes del planeta están subalimentados. "La acción de los gobiernos a las fuertes alzas de precios alimentarios no es suficiente. Es a corto plazo y no trata las raíces estructurales de la crisis", declara. Este acusa a los inversionistas de haber creado una bolsa especulativa apostando sobre el alza de los precios de las materias primas. Llama a una mayor transparencia y a una mejor reglamentación de estos mercados en el cuadro del G20. Olivier De Schutter sugiere desarrollar la agroecología basada sobre la renovación de los suelos sin adobos químicos para aumentar la producción agrícola. Según sus cálculos, la agroecología podría doblar en diez años la producción alimentaria de los pequeños países en las regiones más críticas. "Para alimentar 9 mil millones de habitantes en 2050, debemos adoptar de forma urgente técnicas más eficaces para aumentar la productividad" afirmó el relator. "No resolveremos el problema del hambre con una agricultura industrial en grandes superficies. La solución es apoyar el conocimiento de los pequeños campesinos y de aumentar sus ingresos para contribuir al desarrollo rural", asegura Olivier De Schutter. Los proyectos agroecológicos han mostrado una aumento medio de rendimientos del 80% en 57 países en desarrollo, con un aumento del 116% en el caso de proyectos africanos, según su informe. La agroecología prevé el reciclaje de nutrimientos y de la energía en las explotaciones, mucho más que la introducción de aportes exteriores, la integración de culras y de ganado, la diversificación de las especies y de los recursos genéticos en el ecosistema agrícola. La agroecología permite también luchar contra los cambios climáticos y el aumento de gas poluentes de la atmósfera y por una mejor administración del suelo. Esto también implica un cambio radical y urgente de actitud y de mentalidad. El Occidente no puede continuar condenando a muerte a más de la mitad de la humanidad en nombre de los beneficios y la especulación. Cuando la especulación alcanza grados de poner en peligro la vida de los seres humanos, debería ser prohibida y sus responsable juzgados por genocidio, al mismo tiempo que los sanguinarios que continúan gobernando con el apoyo de los gobiernos occidentales con la sacro santa justificativa de los "intereses nacionales" cada vez más manchados de sangre.

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