sábado, 21 de mayo de 2011

La industria político-mediática, Dax Toscano Segovia


En la sociedad capitalista los medios de comunicación han sido constituidos como verdaderas industrias que no sólo tienen como finalidad obtener ganancias económicas para sus dueños, sino también imponer sus concepciones políticas e ideológicas.
La industria político-mediática no está puesta al servicio de la comunidad, del pueblo, de la clase trabajadora como constantemente repiten las y los periodistas que se han puesto al servicio de la misma. Por el contrario, los medios responden a los intereses de sus propietarios, de quienes detentan el poder, es decir el imperialismo norteamericano y europeo,en primer lugar, y luego las oligarquías criollas, la burguesía, los terratenientes y la iglesia de los ricos.
Estos sectores tienen como propósito lograr, sutil o abiertamente, ―domesticar al rebaño desconcertado a través de mecanismos de alienación y manipulación muy bien estructurados para, de esa manera, hacer más fácil la implantación de sus ideas.
Lo que pretenden es mantener su hegemonía mediante la fabricación del consenso, a través de la difusión de mensajes alienantes que presentan la realidad invertida, deformada, para impedir el conocimiento de la verdad tal cual es.
 El objetivo fundamental de la industria mediática es el de eliminar la capacidad crítica de los pueblos, para que estos asuman como propio el discurso elaborado en dichas empresas. Los medios de comunicación llevan adelante un proceso de formación de la mentalidad de las personas para hacerlas sumisas, acríticas, a-reflexivas.
La niñez y la juventud son los grupos más afectados, los mismos que se ven sujetos a todo tipo de presión por medio de mecanismos impositivos, aparentemente democráticos y pluralistas, que afectan su psiquis, generándoles, a su vez, angustias, ansiedades y miedos. Quienes controlan la industria mediática saben que para mantener el sistema es necesario entrar en la mente de las personas, con el objetivo de fabricar seres funcionales al sistema. Dice Vicente Romano que ―[p]ara consentir esta situación se requiere, claro está, un esfuerzo enorme en mantener a la población desinformada, para persuadirla de que no hay alternativa;en suma, para tenerla material y espiritualmente sumisa.
Los medios de comunicación, por el contrario, plantean que son los únicos instrumentos de los cuales dispone la población para conocer lo que sucede en su entorno y en el mundo en general.
Lo que eluden decir es que lo que informan son cosas simples, superficiales, banales,saturando de ese tipo de información, a la que hacen aparecer como fundamental e interesante, a las personas que, en la práctica, se mantienen desinformadas y sin conocimientos de los diversos procesos que se dan en cada sociedad.
Una vez más, la niñez y la juventud son los sectores más vulnerables.

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