martes, 21 de junio de 2011

S.O.S. despechados en accion, Alejandro Martínez Pereiras

S.O.S. DESPECHADOS EN ACCIÓN
Alejandro Martínez Pereiras, A DEGUELLO-CUBA
Los despechados, renegados, oportunistas y/o traidores, son caracterizaciones muy peligrosas y muy parecidas entre sí, pueden que haya que verlas en un proceso de descomposición moral y política o simplemente identificarlas de forma individual en algunos espécimen, que sobreviven en el mundo actual, en estos momentos difíciles, estos personajillos son los vampiros que chupan la sangre del cuerpo de su victima, hasta que les conviene, después se alejan y buscan nuevas, TODO ESTA EN FUNCIÓN DE HASTA DONDE ESTÁ LA SEGURIDAD DEL ÉXITO INMEDIATO.

El peligro de su presencia, hablando en el plano político, es tan crítico para las izquierdas, como para las derechas, aunque en cualquier campo que se reproduzcan, son realmente en extremo peligrosos y desgraciadamente han existido siempre.
Estos personajes tienen altas dosis de ambición personal, espíritu de lucro y egoísmo, autosuficiencia descarnada y tendencia desmedida a escalar posiciones, no para la defensa real de una causa, si no para extraer de ella todo lo posible y cuando no le dé ventajas, económicas, poder y mando, o cuando las dificultades y los ataques exijan valor para defenderla, la abandonan a medio del camino.
Estos individuos tienen un gran poder de enmascaramiento, superior a la del camaleón, que cambia de colores para protegerse, estos en momentos se tornan radicales extremos, y en otros, se mueven al centro, para terminar en el otro extremo.
Ellos se pueden mostrar en cualquier campo de la vida social, pero en la cultura, en la política y en la ideología, son sus áreas más expresivas, donde pueden aparecer específicamente en una de estas áreas o se mezclan para hacer aún más despreciables sus manifestaciones.
Pero en general son un peligro potencial, el saber detectarlos o el tenerlos bajo control permanente, es la tarea fundamental para evitar sus males, en las filas de la derecha política siempre serán una mercancía comprable, son elementos que han desertado o traicionado, que se venden al mejor postor, pero siempre se les aplicará el criterio romano de que “Roma paga a los traidores, pero los desprecia”.
En las filas de la izquierda hacen un daño esencial, suelen actuar con inteligencia, moverse entre los estamentos más altos de la política revolucionaria, ganarse respeto e incluso, admiración de las grandes masas y después, que extrajeron todo lo útil que pudieron, abandonan la nave, para vivir con aquellos que un día combatieron con sus canciones, con sus poemas, con sus actitudes.

Por supuesto, emplearán su talento para seguir engañando, para hacer de sus nuevos comportamientos, acciones consecuentes, y especialmente para regar a los cuatro vientos que fueron engañados y que la traición actual es obligada por las circunstancias.

Por ello a todo aquel que aparezca a la luz pública exhibiendo otro ropaje, hay que observarlo, hay que estudiarlo para reconocerle las betas de traidorzuelo que busca dividendos con nuevos roles políticos o culturales.
En el caso cubano, se han hecho muy correlativos estos personajes, andan por el mundo mintiendo y mostrando sus nuevas ideas, no pueden existir de otra manera, su modus vivendi, es venderse, para tener los recursos, para subsistir en esas sociedades que los compran para utilizarlos, como muestras de la derrota de las ideas revolucionarias y de la pérdida de las esperanzas de de que un mundo mejor, es posible.

Ejemplos existen, muevan la vista a su alrededor y se encontrarán algunos de ellos.
Estos personajes seudo izquierdistas, olvidaron que lograron un día destacarse por su talento y por su inteligencia, gracias a los procesos políticos que permitieron que hombres y mujeres muy humildes pudieran sobresalir a los ojos de la sociedad y triunfar en el campo de la cultura, el deporte, la ciencia y la política.

Se olvidan del servicio que la sociedad les brindó, en su educación profesional y en su formación cultural, y hasta en la salud personal y de toda su familia y se lanzan al vacío de la traición, ellos son seres superiores que todo se lo merecen y no tienen que agradecer, ni revertir nada a la sociedad que un día se los dio todo.
Pero lo peor no es esto solo, se puede reconocer el cansancio, la cobardía para no seguir adelante, se puede incluso, entender el alto egoísmo que manifiestan al buscar formas mas remunerativas y enriquecedoras, pero lo imperdonable, lo verdaderamente inmoral y vergonzante es las acciones constantes que realizan para publicitar y condenar lo defendieron, para morder la mano del que un día lo alimentó.
Estos señores son peligrosos, mas peligrosos que los defensores raigales de la derecha extrema, estos renegados son mas derechistas que las derechas rancias, ellos se convierten finalmente en los divulgadores más ortodoxos de la traición política, ellos se mueven entre aquellos segmentos que mejores dividendos le den y fundamentalmente serán los más comprometidos por la derrota de las causas nobles, aunque estas hayan sido la leche materna que los alimentó y nutrió durante años.
Contra estos personajes, hay que estar atentos, los revolucionarios tenemos que observar y no dejarnos engañar por ellos, detectarlos a tiempo y desenmascararlos en su momento oportuno, ni antes, ni después. Hay algunos que para incrementar su paga, esperan que se les combata, que se les vitupere, para convertirse en grandes disidentes, pues no, dejémosles arrastrarse sobre el estiércol.


Alejandro Martínez Pereiras, A DEGUELLO-CUBA

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