jueves, 25 de agosto de 2011

Caso Villoldo: no solo EEUU alberga a terroristas sino que los “recompensa”

Por Jean-Guy Allard
Un tribunal de Miami "ordena" a Cuba que indemnice a un terrorista confeso quién organizo y dirigió el salvaje ataque a Boca de Sama, además de ser un mercenario de la CIA que se jacta de haber capturado a Che Guevara, con $2.8 billones de dólares, un record en la larga lista de condenas extravagantes emitidas por tribunales de Miami contra la Isla.
Hijo de un multimillonario cubano de los años 50, Gustavo Villoldo, demandó por “torturas y expropiaciones”, por perdidas supuestamente sufridas por su familia con el triunfo de la Revolución cubana.

Villoldo es este mismo personaje quién confesó hace unos años a un reportero del Miami New Times, que dirigió por orientación de la CIA el cobarde ataque terrorista a Boca de Samá (Cuba), ocurrido el 12 de octubre de 1971 que dejo dos muertos y cuatro heridos graves, entre los cuales la niña Nancy Pavón a quién hubo que amputar un pie.
Las declaraciones de Villoldo corroboraron de manera absoluta la responsabilidad directa de las autoridades estadounidenses en este acto terrorista cometido contra Cuba.
El ataque a Boca de Samá, un pueblito de pescadores cercano a la playa de Guardalavaca, es solo una de la cadena de operaciones terroristas cuya paternidad fue reclamada por Alpha 66 a finales de los años 60 y principios de los años 70. Y es sin dudas la más cobarde de todas.
En la entrevista con el rotativo de Miami, Villoldo explicaba que escogió a Boca de Sama por see un “un blanco fácil”, Fue así que este hijo de multimillonario habanero salió con su tropa de Key Biscayne con dos lanchas rápidas “y una fragata de 177 pies”. La operación duró 65 minutos.
Villoldo es además un ex mercenario de Playa Girón que participó en el asesinato del Che en octubre de 1967 y que asegura haber organizado el entierro secreto del heroico guerrillero.
Villoldo y su hermano Alfredo habían “ganado” otra demanda en el 2009, cuando el juez estatal Peter Adrien decidió que tenían derecho a una compensación de $1.2 billones.
El colmo: su abogado en Miami, Andrew C. Hall, espera que se incaute el dinero de la indemnización a través de “empresas cubanas en el extranjero”.

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