sábado, 24 de marzo de 2012

Carlos A. Montaner y Yoani Sánchez coinciden en descalificar la vista papal a Cuba

Coincidencia total entre Montaner y Yoani ¡Qué casualidad!
Norelys Morales Aguilera.
 
- Las coincidencias entre Carlos Alberto Montaner y Yoani Sánchez no son casuales, así como el interés de aquel en aparecer desligado del proyecto contrarrevolucionario cuya cara visible es la bloguera de los Estados Unidos.

“Yo no conozco a Yoani Sánchez ni he tenido vínculos con ella”, se empeñaba en empeñaba en afirmar Carlos Alberto Montaner, el terrorista prófugo de la justicia cubana y activo de la CIA como intelectual, al vinculársele con la "bloguera".

El proyecto Yoani, supuestamente bloguero, ha sido una creación de la CIA, iniciado en Europa, donde se realizaron los primeros contactos, capacitación y transacciones para alojar su bitácora y coordinar los futuros premios a entregar por el Grupo Prisa, entre otras instituciones financiadas por organizaciones pantallas de la Central de Inteligencia Norteamericana.

En los intentos de politizar y agredir a la revolución cubana con motivo de la visita de Benedicto XVI a la Isla, Montaner y Sánchez tienen coincidencia total.
Para el primero, “no hay que esperar nada de la visita”. “Ya pasó otro Papa que era más carismático y había intervenido en el desmantelamiento de los países comunistas de Europa y no ocurrió nada en Cuba” dijo.
Para Montaner que no ocurriera nada en Cuba es que la Revolución siguió adelante, como seguirá para su sufrir y negocio.

Según la segunda, “la visita de Benedicto XVI no tendrá trascendencia política o social, más allá de lo ocurrido con el papa Juan Pablo Segundo en 1998, y en este caso dice será más enfocado en lo espiritual.” conjeturó, la supuesta analista independiente, Yoani a la oficial Voz de los Estados Unidos de América.

La inmensa mayoría de los cubanos siente satisfacción por la visita apostólica, sienten que se profundizarán las relaciones, que es “una bendición”, lo que enfurece a personajes como Montaner y Yoani, de los primeros en intentar politizar el suceso para ofrecerlo en bandeja de plata a los Estados Unidos, que como siempre acecha.

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